Actualmente existe mucha confusión entre personas preocupadas por los animales no humanos, respecto al tipo de activismo que se debe realizar. Mas aún, existe un grave problema de educación vegana entre esa gente preocupada por los animales no humanos.
¿Cuál es el objetivo del activismo?
En el caso que nos ocupa, el activismo vegano, debería tener como objetivo hacer que la gente entienda por qué es incorrecto usar a los animales no humanos para fines ajenos a su dignidad, y por ende, no participar en ninguna forma de explotación de dichos seres derivado de su reconocimiento como personas no humanas (sujetos no humanos). Al menos eso se desprende de la definición que realizó Leslie Cross, acerca de lo que significa veganismo: «La doctrina de que el hombre debe vivir sin explotar a los animales«.
Toda actividad o discurso que no ponga énfasis en la no explotación bajo ninguna circunstancia, de animales no humanos, porque estos tienen dignidad (valor intrínseco), no es veganismo.
¿Están preparados los activistas para concienciar a la gente?
Para poder educar a otros, primero debemos educarnos nosotros, los activistas. Si realmente queremos ayudar a la causa que decimos defender, no podemos hacerlo desde la improvisación ni sólo desde la emoción.
Debemos investigar día con día sobre el tema, para así tener muy claros los conceptos y no generemos más confusión.
Es muy evidente que muchas personas creen ser veganos y/o difundir el veganismo, pero no tienen claro qué es ni la finalidad del mismo. Muchos incluso con muchos años sin participar directamente en la explotación, están convencidos que mientras ellos no participen directamente en dicha explotación no hay nada de malo en apoyar campañas que utilizan la explotación de animales no humanos, con la supuesta finalidad de «salvar» a los animales no humanos (utilitarismo). Existen otros casos más graves donde la distorsión del veganismo es tal, que incluso fomentan cuestiones que no son el objetivo primordial del veganismo, como primordiales. Tal es el caso de quienes posicionan como razones para hacerse vegano a la salud y el medio ambiente.
Algunas falacias del activismo no vegano
Respuesta a algunas falacias del activismo no vegano, autodenominado «activismo eficaz», promovidas principalmente por gente como Melanie Joy y Tobias Leenaert.
«Aliados veganos»
Los bienestaristas dicen que es un falso dilema el que se es parte del problema o se es parte de la solución, y para ello se han sacado de la manga que alguien quien «está de acuerdo con el veganismo», pero sigue usando animales, es un «aliado». Esto es absurdo y abominable, lo que podemos notar si hacemos algunas analogías.
Imaginemos que comezamos a decir que alguien que es machista, es decir, no respeta a las mujeres, por ejemplo acosándolas, pero que «está de acuerdo con el feminismo»; se le considere un «aliado feminista». Esta persona podría incluso distribuir folletos o compartir publicaciones de apoyo al feminismo, pero él en su mentalidad y de alguna manera en sus actos es irrespetuoso con las mujeres; carecería de lógica y sería un irrespeto para las víctimas de su pensar y actuar, llamarle «aliado». O pensemos en un político, que públicamente dice estar a favor de la honradez, pero que es sabido (y aunque no se supiera) que comete fraudes, tampoco estaría bien llamarlo «aliado de la anticorrupción».
Tampoco se trata de relegarlos de poder ser veganos, ya que esa capacidad la tiene cualquier agente moral, sólo tiene que ser desarrollada a través de asumir los argumentos y generar empatía en dicho sujeto. Pero tampoco tiene sentido decir que son aliados de algo para lo que, independientemente de sus dichos, están haciendo lo contrario a lo que ellos, quizás para aliviar sus consciencias, supuestamente creen apoyar o les hacen creer apoyan. Lo que procedería es simplemente informarlos, fomentar su reflexión y si su actitud de primeras no es de aceptación, ya el lidiar con su disonancia cognitiva le corresponde a dicha persona no vegana misma, porque las herramientas ya se le proporcionaron, y queda de dicha persona asumir su responsabilidad de reflexionar en algún momento seriamente sobre el tema. ¿Y si nunca reflexionan? Pues no podemos hacer nada, porque el veganismo es algo que se asume, no se puede imponer, ya que es una mentalidad, y además para cambiar el paradigma o tener un progreso moral en este sentido, basta con que una minoría vaya poco a poco conscienciando a otros en un efecto de permear a la sociedad para que esa gente, que no acepte por cualquier cuestión, respetar a los demás animales, vayan teniendo cada vez menos impacto en su entorno.
Reducir el consumo de carne
Se llega incluso a afirmar, que quienes reducen su consumo de animales (principalmente de carne, pero podría ser cualquier otra cosa de origen animal) tienen un mayor impacto en «reducir el sufrimiento». Ligan esto con un «avance» del veganismo o hacia un futuro «mundo vegano».
Para empezar, el veganismo no tiene como prioridad reducir el sufrimiento, sino rechazar y por ende, terminar con todo uso/explotación de animales no humanos por parte del humano. Además hay muchos usos de animales que suelen implicar sufrimiento más allá de la obtención de la carne, como los lácteos mismos, el huevo, la tracción a sangre (por ejemplo caballos usados como transporte o impulsores), circos con animales no humanos, experimentación, cacería, etc. Pero aún y que en esas formas se pueda mejorar el bienestar de los animales no humanos, el sufrimiento es una mera consecuencia de la utilización, no su base. Hay usos de animales donde no podríamos afirmar que hay un sufrimiento, porque no es evidente, como las terapias con animales, ciertas formas de mascotismo de animales de todo tipo, quitarle los huevos a las gallinas que se tienen como mascotas (llamadas «de patio»), etc.
Un ejemplo son los «Lunes sin carne», en los cuales al abstenerse de esa parte del cuerpo de animales no humanos, la gente puede consumir huevos, leche y participar en las «N» demás formas de explotación animal. El «Lunes sin carne» no puede ayudar a los demás animales ya que implica seguirlos utilizando incluso comúnmente implicando sufrimiento, pero como se comentó anteriormente, aún y que hubiere disminución de dicho sufrimiento o no se aprecie de forma evidente, la injusticia sigue siendo la misma. Análogamente sería como decir «Lunes sin feminicidios», donde a los machistas se les conceda el permiso por medio de esa campaña, de realizar cualquier otro tipo de formas de irrespeto hacia las mujeres, excepto asesinarles. No estaría bien decir que «Los reductores de su machismo tienen un mayor impacto que quienes no son machistas».
Pide ser lo «más vegano posible»
Esto promueve la idea de que existen «niveles de veganismo». No existen porcentajes ni niveles de veganismo, ya que el veganismo es la base moral, es decir, al ser el punto de partida para comenzar a hablar de respeto hacia los demás animales, no puede tener niveles por debajo de eso que se sigan considerando como respeto (veganismo).
El que alguien aún no piense y actúe acorde al mínimo moral de respeto por los demás animales, no significa esto deba ser una desmotivación para no ser vegano nunca, sino al contrario, ponerse a disposición de esas personas para seguirles informando y motivando a que desarrollen su empatía y reflexionen sobre el tema seriamente. En el activismo abolicionista nunca se descarta a nadie de ser vegano, lo que es diferente es no hacerles creer que es ayudan a los demás animales con la mera reducción, sino que está en sus manos hacer el cambio de mentalidad y darles las herramientas para ello. Es una falsa dicotomía decir que o hay que decirles que reducir es ya hacer algo por los demás animales; como el pensar que hacemos sentir mal a la gente no vegana diciéndole la verdad (las formas importan, obviamente).
Imaginemos que se le diga a alguien que está estafando menos lo que habitualmente hacia, que sea lo más honrado posible, haciendo ver como aceptable aunque fuese momentáneamente que disminuya la cantidad y/o frecuencia de sus estafas o los montos de las mismas. No estaría bien que dejásemos de señalarle por qué es correcto no estafar, sin que ello signifique que esa persona nunca pueda ser una persona honrada, pero más allá de cómo se sienta dicha persona, está el deber moral de señalar la injusticia, porque de no hacerlo estamos siendo cómplices de la misma.
«Adapta el mensaje a lo que le interesa a tu interlocutor»
En esa falacia se refiere a por ejemplo, que si alguien le interesa su salud, entonces le digamos que sea «vegano por salud», o si le interesa la ecología, sea «vegano por el planeta». Un total despropósito.
No llega siquiera a silogismo (conclusión que se deriva de las premisas, independientemente de si son falsas o verdaderas), porque la conclusión (ser vegano o comprender por qué debe serlo) no se deriva de las premisas (apelar a los beneficios para los humanos):
Premisas:
Dejar de consumir animales en la medida que sea benéfico a la salud humana.
Dejar de consumir animales en aquellas formas en que sea benéfico al medio ambiente.
Conclusión:
Ser vegano, es decir, comprender por qué más allá de los beneficios, respetar a los demás animales es algo correcto en sí mismo.
Esa forma de argumentación va en contra de respetar el valor moral de los demás animales, ya que condiciona el no usarlos en base a considerar si se obtiene un beneficio a cambio, y sólo en aquellas formas relacionadas a obtener dicho beneficio. Y es que en el bienestarismo, que es parte del utilitarismo, no existen como tal derechos morales, y no se considera que exista algún derecho absoluto (es decir, no quebrantable bajo ninguna circunstancia) como es el de no ser propiedad o mero recurso. No se puede establecer una conexión lógica entre dejar de usar animales en ciertas formas porque nos beneficie ello, y comprender que los demás animales son personas no humanas con dignidad.
Ni siquiera su supuesta argumentación moral, basada en la mera compasión y con el sufrimiento como eje discursivo, supone un verdadero cambio de mentalidad, ya que seguirían viendo como prioritarias aquellas formas de explotación que suponen mayor sufrimiento, aunque ellos luego digan que consideren inmorales todos, en los hechos su activismo gira en torno a aquellas que ellos siguen considerando especialmente crueles. Son bienestaristas que ya no usan directamente animales no humanos, pero sí los convierten en su alter ego al buscar reducir su sufrimiento para sentirse ellos mismos más aliviados de que al menos están en mejores condiciones; una situación de egoísmo ignorando olímpicamente que los demás animales no sólo les importa no sufrir, sino que deben vivir para sus propios propósitos. El bienestarismo, niega esto último aunque de forma retórica se asegure que lo tienen en cuenta pero que «por mientras es lo que podemos hacer«.
Lo que sí podemos hacer es recordar que nosotros también estuvimos dentro de ese prejuicio del no veganismo (especismo antropocéntrico comúnmente) y comprender que la gente no vegana requiere información clara y concisa, así como paciencia ya que es un tema que rara vez han reflexionado y cuando han escuchado sobre él ha sido de la manera tergiversada que difunden los bienestaristas; entonces teniendo esto en cuenta poder encontrar la manera más efectiva de que comprenda el mensaje el interlocutor, pero esto no implica ensuciar el mensaje reduciéndolo a una cuestión de gustos.
¿Todo suma?
Cuando emprendemos una acción debemos de tener claro el objetivo. Si lo que queremos es que la gente se haga vegana, debemos de promover el veganismo. Si cada vez hay más gente que asume su responsabilidad moral con los animales nohumanos, ¿qué nos debe hacer pensar que ninguna otra persona asimilará el mensaje del veganismo si se lo explicamos? Lo que suele suceder es que se toma de excusa a la gente que no muestra interés en los demás animales y/o que no tiene interés en la ética siquiera.
No, no todo suma. Si empleamos un mensaje que no está dirigido a respetar como personas a los demás animales, iríamos en sentido contrario respecto a abolir de cada individuo la mentalidad no vegana y la puesta en práctica del veganismo. Si no queremos que consideren a los animales no humanos como cosas ni que se considere al trato como el problema a resolver, no hablemos con términos como: mascotas, maltrato, y en general el sufrimiento como el problema a resolver.
No tiene sustento lógico ni empírico el que hagamos lo que hagamos, obtendremos el mismo resultado. Si uno le dice a alguien que debe dejar de tener esclavos porque éstos son sujetos que valoran sus propias vidas, no lleva al mismo camino que decirle a alguien que deje de comer humanos de cierto color de piel cierto día de la semana o que reduzca el número de latigazos que le propina a sus sirvientes. El progreso moral solamente puede ser propiciado por medio de la persuasión moral y el asimilamiento de un nuevo paradigma.
Si lo que pretendemos es mostrar que los animales no humanos no deben ser usados para fines ajenos a su dignidad, independientemente del «trato», no tiene sentido utilizar imágenes y/o videos que muestran violencia física, ya que lógicamente lo primero que viene a la mente es el maltrato.
Si queremos que la gente no deje de utilizar animales por lástima, si no que entienda que el veganismo es considerar a los demás animales sintientes con el mismo valor moral que nosotros por ser personas, entonces debemos ser claros que independientemente de las condiciones de esclavitud en que se encuentren los animales no humanos, es incorrecto usarlos – y explicar por qué -, y nuestro discurso debe ser congruente con el material y los recursos audiovisuales que empleamos para el activismo.
No es congruente mostrar situaciones de violencia explícita y luego pretender explicarle a la gente que ese no es el problema de fondo en realidad. El mero hecho de cambiar de hábitos, si no se ha cambiado de mentalidad, puede llevarnos a una falsa sensación de éxito.
¿Cómo reaccionará esa gente ante situaciones como la carne in vitro, huevos de gallinas felices, etc, si ellos aprendieron que el veganismo es cuestión de compasión y evitar el sufrimiento, y no de justicia?
Cualquier acción que no tenga por objetivo la dignidad de los animales no humanos, contrario a sumar, resta, complica el activismo basado en la educación vegana y obviamente aleja el objetivo de la abolición de explotación animal.
¿Es eficaz el activismo bienestarista y neobienestarista?
Eficacia [1]: «Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera.».
El activismo bienestarista, probablemente si lo sea, ya que como su nombre lo dice, el objetivo es el «bienestar» de los animales no humanos – entenido como evitar el mayor sufrimiento posible mientras son explotados -, y no la abolición de la explotación animal.
Los neobienestaristas por su parte no son eficaces, ya que el efecto que suponen, es decir, la abolición mediante medidas prohibicionistas o medidas bienestaristas graduales, no es factible, ya que es imposible llegar a la abolición mediante estas acciones debido a que no se ha priorizado combatir el no veganismo, es decir, por medio del respeto al valor inherente de los animales no humanos, mediante educación vegana. No existe evidencia histórica que demuestre que si un prejuicio sigue arraigado de manera dominante, las prohibiciones y el bienestarismo funcione. Al contrario, retrasa ese objetivo al reforzar en la conciencia colectiva que el maltrato hacia los animales no humanos es el problema a corregir y no su explotación en sí misma y/o que existen explotaciones moralmente peores que otras, minimizando o invisibilizando las restantes.
Entonces, si realmente nos importan los animales no humanos y eliminar de la mayor cantidad de gente posible el no veganismo (manifestado comúnmente como especismo antropocéntrico y gradualista) y otros obstáculos que perjudican los intereses de los animales no humanos, no tenemos otro camino que educar en el veganismo.
¿Qué hacer entonces?
Primero buscar información sobre qué es el veganismo y los Derechos Animales, ser veganos, e informar a otros sobre esto.
Las formas pueden ser diversas, como hacer pósters, charlas, distribución de dípticos, mesas informativas, activismo en línea, etc. Lo más importante es que el discurso tenga a los demás animales como la razón de de ser (y dicho discurso vaya acorde al material utilizado), porque esto precisamente es de lo que se trata el veganismo.
Referencias:
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