Si se asegura que existe una policía vegana, entonces se supone es porque reconocen que hay corrientes teóricas que se han apropiado de lo que se ha insistido en llamar «el movimiento por los derechos animales».
En ocasiones sucede que, ante la desinformación que existe en los grupos animalistas en redes sociales, algún vegano en base a información y reflexión sobre los conceptos desde la cuestión ética e incluso eficaz, haga algún apunte hacia las acciones e ideas de quienes difunden actos e ideas erróneas, ideas que hacen ver al veganismo como algo distinto para lo que tiene su razón de ser (es decir, una cuestión de no explotar a los demás animales por respeto a su valor intrínseco), se viene una horda de animalistas (bienestaristas/neobienestaristas) que buscan censurar las observaciones de estos veganos que intentan corregir errores conceptuales o hacer ver por qué algunas acciones no van acorde con la finalidad del veganismo (la emancipación de los animales de la dominación humana), y se les califica de «policía vegana», como una forma de ridiculizarles y exigirles que se callen. Una falacia ad hominem y ad baculum en toda la regla.
Esta es una situación que me parece curiosa, por decir lo menos, ya que no es común ver que por ejemplo alguien llame a un defensor de los Derechos Humanos «policía de los derechos humanos», por defender los Derechos Humanos.
Esto por ejemplo suele suceder cuando un bienestarista/neo promueve el vegetarianismo como «entrada» hacia el veganismo, y cuando se le hace ver el error, este alega que cuestionar eso «aleja» a los no veganos. Aquí valdría plantearse acerca de qué se «aleja» a los no veganos, y a qué se acerca al promoverles la simple reducción del consumo de sustancias de origen animal. Que un día esa gente realmente decida dejar de participar en todo tipo de explotación animal debido a reconocer el valor inherente de los demás animales, no es porque hayan «entrado» al veganismo a través del reducetarianismo, sino porque finalmente consideraron que no era justo utilizarlos para nuestros fines. Esto lo pueden hacer sin necesidad de pasar por el reducetarianismo, sino al contrario, hacerles ver que reducir simplemente el consumo (comúnmente centrado en la alimentación) es correcto, lo que suele hacer es retardar dicha reflexión, al centrar la problemática en asuntos antropocéntricos (antropocentrismo), en lugar de un asunto de justicia hacia los demás animales, que es finalmente lo que hará que rechacen toda forma de explotación animal. Se ahonda un poco más en el ensayo «Reducetarianismo o cómo reducir un asunto de justicia, en una cuestión de cambio de gustos personales«.
Lo anterior es igualmente aplicable para el caso de usar como argumento al medio ambiente, la salud o cualquier otra cuestión no enfocada en la justicia hacia los demás animales. Sobre el medio ambiente, escribí una entrada en este blog que pueden consultar, llamada «Ecologismo mal entendido«. Es paradójico intentar concienciar sobre la injusticia que recae sobre las víctimas que son los demás animales, por no ser veganos, sin centrar el problema en una cuestión ética respecto a la relación entre los humanos y dichas víctimas – los animales no humanos -. Es decir, buscar llegar al respeto por medio del irrespeto, ya que no hablar de su valor inherente es irrespeto.
Todo argumento no centrado en las víctimas de la explotación animal, sino en los beneficios para los humanos, cae dentro de la inmoralidad del antropocentrismo.
Igualmente la gente que simpatiza con la teoría bienestarista o neobienestarista, se enfada cuando se les hace ver lo problemático desde el punto de vista ético e incluso pragmático, de utilizar al «maltrato animal» como argumento, y material audiovisual, que aunque pudiera hacer que algún porcentaje de gente deje de consumir, lo que queda de mensaje es que explotarlos es incorrecto porque se les hace daño físico o emocional evidente, y no haciendo ver que independientemente de las formas, usar a los demás animales es injusto. Esto fue analizado en los siguientes ensayos:
- Tres problemas con usar imágenes de violencia explícita en el activismo animalista
- Bienestarismo: el doble adoctrinamiento especista
Lo que parece haber en la gente que acepta las teorías bienestaristas/neobienestaristas es una desesperación por hacer cualquier cosa, sin sentarse a reflexionar seriamente, tener autocrítica ni aceptar la crítica, creyendo que hacer cualquier cosa es válido, haciendo suyo el dogma del «todo suma», gracias al cual la explotación animal se ha perpetuado con el aval del activismo de la mayoría animalista durante 200 años de bienestarismo, y posiblemente se prolongue más si la gente no se informa primero en el veganismo y Derechos Animales, para poderlo difundir correctamente.
Suelen enfocarse en el sufrimiento, pero esto parece ser una cuestión de compasión, más que de empatía. La compasión va más asociada a la lástima, a no querer ver sufrir al otro, pero no necesariamente exigir justicia hacia ese otro, por ejemplo, tomando acciones para que independientemente de si se sufre o no, no esté dicho sujeto no humano en una situación de explotación, ya que el sufrimiento es solo una de las posibles consecuencias de la explotación, como lo es también la privación de la libertad, la consideración como recurso o propiedad.
Compadecen, es decir, padecen junto a los sujetos explotados, pero fundamentalmente pensando en el sufrimiento, entonces parecen creer que si eliminan el sufrimiento o lo reducen, ya se está haciendo algo justo, y ellos (los humanos obsesionados por el sufrimiento animal) se sentirán al menos un poco más aliviados, porque «al menos sufren menos». Por ello quizás toman esa actitud a la defensiva cuando se les cuestiona su activismo, ya que quieren dejar de sufrir, al tiempo que piensan que lo hacen los animales no humanos que están siendo sometidos a violencia explícita.
Por otra parte, el neobienestarismo fomenta en sus simpatizantes la idea de que es correcto ir prohibiendo de explotación en explotación, pero no se considera si esto realmente hace justicia hacia los animales no humanos y ni siquiera se analiza si esto realmente van en dirección la finalidad misma del veganismo (emancipación de los animales no humanos) en el contexto social dado. Estas campañas de un solo tema (monotemáticas) parecen crear en sus promotores la sensación de «avance», porque «al menos ya no serán explotados de esa manera», aunque pudieran ser suceptibles de ser explotados de otras y ponderar unos usos sobre otros; al contrario, no conciencian dichas campañas en el veganismo, sino en especismo gradualista al no haber el contexto social donde se tomen esas medidas como avances graduales hacia la abolición de la explotación animal. Más acerca de esto en el ensayo «El fracaso de las campañas monotemáticas«.
Los abolicionistas no cuestionamos estos activismos porque no nos gusten simplemente. No es cuestión de simpatía o aversión, sino de analizar sus implicaciones éticas e incluso pragmáticas. Existe evidencia de que solo la educación en el respeto al valor intrínseco de los sujetos puede sostener un movimiento fuerte por la justicia hacia individuos, como se explicó en el ensayo «Evidencia histórica del fracaso bienestarista en la abolición de la esclavitud«.
Entonces lo que sugiero, es que en lugar de molestarse por ser cuestionados, analicen la información que se les presenta, tengan auto crítica y actúen en consecuencia de su genuina preocupación por los demás animales.
Recomiendo leer la sección «¿Por qué no debemos explotar a los demás animales?» para poder tener argumentos sólidos al momento de realizar el activismo; y también leer el ensayo mencionado anteriormente «Tres problemas con usar imágenes de violencia explícita en el activismo animalista» donde al final también se hacen sugerencias de activismo, así también pueden visitar la sección «Material divulgativo» que pueden utilizar para realizar activismo en Internet o presencial.
Nota: no, los veganos que cuestionamos estos activismos no somos policías, esa es una falsa analogía que nos endosan. Lo que estamos manifestando es una actitud crítica y reflexiva en pro de la dignidad de los demás animales.
No hago apología a la institución denominada policía, sino que solo me basé en cuestionar dicha analogía, ya que es a eso a lo que hacen referencia algunos animalistas.
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