Entre la devastación por una peste que en los últimos 100 años no había azotado al mundo de forma prácticamente homogénea, los debates sobre el antropocentrismo moral y el reforzamiento del especismo ecologista se hacen más agudos.
Todo apunta a que esta nueva pandemia fue causada por zoonosis, es decir, por consumir o usar animales no humanos, entonces es consecuencia de no respetar a los demás animales, es decir, de no ser veganos. También es cierto que el cambio climático deriva de no respetar a los demás animales, y que sus consecuencias afectarán a todos los seres sintientes en el planeta. Sin embargo, aunque salgamos de esta situación y muchos se abstuviesen de usar animales en formas que puedan afectar a su salud y medio ambiente, esto no significa que los demás animales serán respetados.
Ni una catástrofe como la que estamos viviendo con el coronavirus ni el cambio climático ni cualquier otro evento devastador hará que los humanos noveganos entiendan que no debemos usar animales, que no son medios para nuestros fines. Esto no sucederá mientras no sean educados respecto a que los demás animales son sujetos que poseen una vida, que la valoran y quieren vivirla para sus propios fines.
El coronavirus y cualquier otra pandemia o suceso lamentable, no harán el trabajo que no han hecho todos esos animalistas que esperan que la lástima o el egoísmo hagan lo que ellos no han sido capaces de hacer porque rechazan reflexionar sobre educar en el veganismo como el principio moral de rechazo al uso de animales no humanos, como una cuestión de respeto básico al derecho a no ser propiedad que poseen moralmente los demás animales.
Quisiera que después de esta horrible experiencia, surja no solo una nueva humanidad, sino un movimiento animalista más maduro y más fuerte y que de una vez por todas se comprenda que somos cohabitantes de este planeta y no los dictadores del mismo, que no es que debamos dejar de usar a los demás animales por las consecuencias negativas para los humanos, sino que respetar a los demás animales es algo moralmente correcto en sí mismo, algo justo, y debido a ello lo más probable es que conlleve a una vida en mayor armonía con el resto de las especies sintientes en este planeta.
No pretendo discutir las evidencias sobre si esta peste proviene o no de zoonosis, sino que se usen dichas afectaciones a los humanos como argumento para que la gente deje única o fundamentalmente de comer animales.
Así como también afecta al cambio climático el uso de animales para alimentación, tampoco pretendo discutir si pueden existir o no formas de usar a los animales (que no son humanos) que sean compatibles con reducir o evitar la contaminación.
Y digo lo anterior porque aplicando el principio de igualdad, tampoco me interesaría discutir si usar humanos para alimentación — canibalismo — es o no saludable ni si pueden existir formas sustentables de esclavizar humanos.
Así como en la experimentación animal no es relevante éticamente si esto es de beneficio o no para los humanos para justificarla o juzgarla; así tampoco lo es para ningún otro uso, incluido por supuesto la alimentación.
Aún hay regiones del mundo y grupos grandes de gente que no tienen normalizado el no instrumentalizar a otros sujetos humanos, y no por eso les vamos a argumentar que no esclavicen ni dañen a otros humanos por salud, medio ambiente, economía, o cualquier otra cosa que no sea el respeto por las personas en sí mismas.
Al momento de escribir esta reflexión está en auge el tema de la peste del coronavirus, y no pocos animalistas han sucumbido ante la tentación de usar esto como arma arrojadiza hacia los noveganos para desesperadamente intentar convencerlos de que no coman animales, como si el que dejasen de comer carne de animales hiciese en sí mismo que la gente novegana pueda reflexionar que los demás animales no están aquí para servirnos de forma alguna, sino que lo que suele suceder es que como es el mensaje explícito, se les está diciendo que no deben hacerlo porque les afecta a ellos mismos como humanos, y no porque los demás animales merezcan consideración moral alguna.
Las afectaciones a los humanos son una cosa, y el respeto que les debemos a los demás animales es otra. Si respetásemos a los animales no humanos, seguiríamos teniendo otro tipo de afectaciones los humanos, aunque nos librásemos de las relacionadas con usar animales, pero estaríamos haciendo lo mínimo indispensable para decir que nos preocupamos por la justicia hacia los demás animales.
Sí, existe gente egoísta, pero existe mucha que no lo es, entonces vamos construyendo un mundo vegano confiando en toda esa gente que como nosotros, entenderá que no tenemos derecho moral alguno de usar a sujetos como si fuesen objetos.
Deja una respuesta