Explotar se refiere a sacar provecho de forma abusiva de alguien o sacar utilidad de algo (por ejemplo la explotación de recursos naturales o de un negocio) [1]. Lo contrario a explotar entre sujetos sería una colaboración, donde se de un acuerdo ético entre las partes.
A diferencia de las cosas, a las cuales no hay ningún problema ético en explotarlas, más allá del correspondiente valor extrínseco que los sujetos le asignan a dichas cosas; explotar sujetos, es decir, usarlos de forma abusiva es inmoral, porque se equipara a si fuesen propiedades y recursos cuya finalidad fuese servir a otros sujetos como meros medios para sus fines.
Los agentes morales estamos en condiciones de generar acuerdos éticos entre nosotros, tanto implícitos como explícitos, es decir, donde cada parte está consciente de lo que implica dicho acuerdo y poder decidir rechazarlo o aceptarlo con base en su razonamiento moral y control de impulsos morales. Si a pesar de ser agentes morales, una de las partes saca ventaja, es decir, hace el convenio desventajoso para la otra parte aprovechándose de alguna posición de poder o engañando a la otra parte, eso se debe considerar explotación. Si el trabajo o actividad al que se involucra a la otra parte es forzado, implicaría esclavitud.
La explotación de animales no humanos (conocida como explotación animal) se considera inmoral por las siguientes razones:
- Los animales no humanos no pueden rechazar participar en cuestiones no éticas (sobre todo las que no son evidentes ante su razonamiento moral insuficiente), es decir, desventajosas para ellos yendo en detrimento de su dignidad, al no tener razonamiento moral ni control de sus impulsos morales. Los animales no humanos solo manifiestan su rechazo explícitamente con su comportamiento aquellos actos evidentes donde desean escapar o evitar un daño físico, pero no aquellos donde se les manipula para que perciban un bienestar y no se percaten de la vulneración de su dignidad como sujetos.
- La explotación animal los convierte en simples medios (objetos de uso) porque es lo que sucede al usarles para fines ajenos a su dignidad, es decir, en detrimento de su propia dignidad debido a que lo que sucede es un abuso, no un acuerdo ético que un sujeto con agencia moral podría aprobar o rechazar.
- Es un abuso dado que se utilizan al menos una de las siguientes vías para utilizarlos:
- Coacción: se somete a los animales no humanos por la fuerza, impidiéndoles físicamente ser libres y obligándoles a realizar trabajos y servir de recursos.
- Engaño: mediante condiciones que buscan hacer percibir un bienestar a los animales no humanos, abusando de su inocencia, se les utiliza incluso sin necesidad de someterlos físicamente.
La explotación animal implica cosificación, es decir, se les trata como si fuesen cosas, ya que se les usa porque no pueden oponerse a ello, ya sea mediante la coacción o mediante el engaño.
Es esclavitud porque se considera que están aquí para satisfacer los deseos de los humanos, es decir, se cree que el respeto hacia ellos se limita a proporcionarles condiciones para su bienestar, pero se les utiliza abusando de la posición ventajosa del humano tanto por medio de violencia explícita o por violencia implícita. En la práctica son esclavos de los humanos, porque los humanos que no son veganos se erigen como los dueños de los demás animales y se autoasignan el derecho de usarlos para fines humanos (antropocéntricos).
Desde el antropocentrismo (y no veganismo en general) se suele alegar que los demás animales obtienen bienestar a cambio de ser usados, pero esto no es justificación ética para utilizar animales, ya que se están aprovechando de su situación de ventaja sobre los demás animales, ya que como se explicó líneas arriba, los animales no humanos son pacientes morales, es decir, el no tener razonamiento moral no les permite estar plenamente en conocimiento de lo que implican ciertos actos desde la ética, sobre todo los que corresponden a violencia implícita, y los que implican violencia explícita se les suele procurar ciertas condiciones de bienestar en tanto llega el momento de dañarlos físicamente o asesinarlos. Estas cuestiones obviamente un agente moral sí estaría en condiciones de rechazarlas, cosa que no sucede ni puede suceder con un animal no humano.
Pero más allá del rechazo o aprobación, ciertos actos ni siquiera un agente moral aceptaría ni debería aceptar realizarlos. Por ejemplo, un humano agente moral no aceptaría ni debería aceptar estar privado de su libertad ni ser asesinado para terminar siendo un producto.
La explotación animal, como se mencionó anteriormente, es violencia, ya sea explícita o implícita. Sin embargo, ante el ojo no vegano, se dificulta ver lo incorrecto en aquella violencia implícita, como el caso del mascotismo y las zooterapias, por mencionar algunos casos, dado que no se aprecia sufrimiento, no hay golpes ni suele implicar asesinato. Este tipo de explotación es inmoral porque en esta tampoco hay evidencia de que esté consciente de lo que implica participar en dichos actos, donde aparentemente hay beneficio mutuo, pero el acto en sí es inmoral debido a que hay una situación ventajosa para el humano agente moral, y es que este sí conoce las implicaciones éticas de dichos actos, y aprovecha su ventaja para instrumentalizar al sujeto no humano, so pretexto de no causarle sufrimiento. Un agente moral podría aceptar o rechazar ser terapista de otros sujetos, en base a que es conocedor de lo que implica dicho acto e incluso negociar con la contraparte las condiciones para prestar sus servicios de manera que sea una relación ética. Esto obviamente no lo puede hacer un sujeto no humano al carecer de razonamiento moral suficiente y no poder controlar sus impulsos morales, es decir, por ser un paciente moral.
Los demás animales son personas no humanas, por lo que no deben ser considerados meros instrumentos para fines ajenos a su dignidad. Y enfatizo fines ajenos a su dignidad, porque no solo está mal explotarlos para fines humanos, sino tampoco es correcto explotarlos para beneficio de otras personas no humanas, como el caso de quienes dan de comer animales no humanos a otros animales no humanos.
Dilemas morales
¿Hay excepciones donde se pueda intervenir en la integridad física y libertad de personas no humanas sin caer en explotación?
Solamente es ético intervenir en la integridad física y libertad de pacientes morales (en este caso, de personas no humanas) cuando sea por beneficio exclusivamente de dichos sujetos pacientes morales.
Por ejemplo, hacer alguna intervención quirúrgica solo tiene justificación ética si esta se apoya en estudios clínicos que determinen que es necesario realizar dicha intervención para salvaguardar la salud y vida del sujeto no humano.
Si la intervención es realizada por otras cuestiones ajenas al sujeto no humano, es explotación animal. Por ejemplo la esterilización en animales no humanos sin apoyo en estudios clínicos previos es explotación animal porque:
- Se hace en realidad por evitar el sufrimiento (de los propios humanos preocupados por los anh) al saber que sufren en las calles. Evitar el sufrimiento de otros sujetos, que no hemos causado nosotros no es un deber moral.
- Es forzada, dado que los animales no humanos no pueden otorgar su aprobación libre e informada.
- Es para desentenderse de ellos y no tener que estar vigilando frecuentemente, como tutores responsables.
- Evitar las molestias de ver a las personas no humanas en celo.
- Hacerlos más dóciles.
Leer el ensayo Esterilización y castración de animales no humanos.
En el caso de la privación de la libertad, solamente es justificable bajo las siguientes razones:
- Evitar que sean explotados por agentes morales.
- Ayudar a aquellos que no están en condiciones de sobrevivir por sus propios medios.
Privar de la libertad animales no humanos (y pacientes morales en general) para cuestión de compañía u otras cuestiones ajenas a las antes mencionadas, cae dentro de explotación.
¿Puede haber interacción entre agentes morales y pacientes morales que no sea explotación animal?
Aparte de la situación donde un tutor de un paciente moral (el cual pudiese ser un animal no humano) necesite ayuda de dicho tutor para salvaguardar su integridad física, donde no se necesita la voluntad de dicho paciente moral debido a que este no está en condiciones de aprobar la asistencia para salvaguardar su salud y vida, podría haber interacción entre animales humanos y no humanos donde no se podría considerar explotación dependiendo de ciertos factores:
- que el animal no humano manifieste su voluntad de forma espontánea de participar en dicho acto sin ser adiestrado para ese acto;
- que el acto no vaya en contra de la dignidad del animal no humano;
- y, que la intención del agente moral no sea satisfacer sus propias necesidades, sino apoyar algún interés del paciente moral.
Un ejemplo de lo anterior sería cuando una persona no humana se acerca o muestra actitud amistosa hacia a una persona humana en busca de cariño y el agente moral (persona humana con razonamiento moral suficiente) no propicie dicha actitud para beneficiarse así mismo . En ese caso puede haber una actitud amistosa entre ambos sujetos, sin que la finalidad sea que el animal no humano de cariño al humano, sino que fuese un acto espontáneo y no se aproveche de la inocencia de la persona no humana para cuestiones que requerirían agencia moral.
También se podría auxiliar a un animal no humano que esté enfermo o herido, siempre que no se busque obtener beneficio de ello ni se explote a otros para ayudarle.
¿Es ético extraer fluidos de una persona no humana para salvar a otra persona no humana?
No, porque se le está usando para fines ajenos a su dignidad, siendo además un acto que requiere aprobación en base al razonamiento moral y control de impulsos morales del sujeto.
Se suele apelar a una excusa de necesidad, en dado caso que fuese una emergencia. Por ejemplo, un animal no humano pudo haber sufrido un accidente o enfermedad donde requiere transfusión sanguínea para salvar su vida. En dicho caso seguiría siendo inmoral usar a otro animal no humano para salvar su vida, ya que el otro no tiene ni obligación moral de ayudarle (aunque haya causado el detrimento de la salud de aquel, no se le puede imputar responsabilidad moral por ser paciente moral) ni puede dar su aprobación para ello, pero no habría un mero capricho, sin embargo sigue siendo explotación animal, y sigue estando mal. No debe hacerse, es contrario al veganismo.
Conclusión:
Utilizar personas no humanas es explotación animal, y es por ende antiético, es una injusticia, debido a que como se ha reiterado, se les somete y/o se les engaña, o simplemente se aprovecha de la inocencia de dichos animales no humanos para hacerlos que sirvan al animal humano, cayendo en un abuso sobre seres inocentes, sobre sujetos vulnerables ante el poder y ventaja de agencia moral de los humanos por sobre el resto de los demás animales.
Si estas cuestiones está mal realizarlas sobre pacientes morales humanos, porque son indignas de un sujeto, igualmente es incorrecto realizarlas en personas no humanas (principio de igualdad), porque ambos son sujetos, no objetos, ambos tienen dignidad, derechos morales inalienables por el hecho de ser personas, y el derecho moral de partida es el de no ser considerado moralmente propiedad ni mero recurso de nadie. Debemos respetar su valor inherente.
Referencias:
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