Ya escribí en una entrada anterior acerca de que el bienestar animal descrito como procurar un estado físico y mental saludable y agradable, no es por sí mismo contrario al veganismo ni a los Derechos Animales, de hecho es parte de los Derechos Animales; lo que sí es contrario al veganismo y los DDAA es poner de pretexto que se apliquen condiciones para que los animales no humanos perciban un bienestar a costa de ser explotados.
El bienestar animal como se conoce hoy en día, se refiere a leyes y el concepto de que está bien explotar animales siempre que se les evite un sufrimiento que se considere innecesario, y por innecesario se refieren los no veganos a aquel que se considere cruel y/o que no reditúe en beneficios para los humanos.
También comenté anteriormente (ver ensayos relacionados) sobre a qué nos referimos por libertad, y en forma resumida sería que los demás animales puedan vivir bajo sus propios términos y no ser meras herramientas para beneficio de terceros.
¿Existe alguna relación entre la libertad y el bienestar?
A mi modo de ver sí, pero no es una relación mutuamente incluyente ni excluyente, sino que puede ser causal (causa y efecto).
El no tener libertad puede causar daño psicológico, basta ver la situación que se pasa durante cuarentenas de los humanos o quienes están presos, los mismos animales no humanos privados físicamente de esta, y sus efectos psicológicos y por ende en su salud van desde la agresividad, ansiedad y otros problemas cognitivos. En algunos sujetos puede no llegar a haber esta reacción si ni siquiera perciben que están privados de la libertad, gracias a condiciones que esconden o minimizan dicha situación para el sujeto, sobre todo en caso de pacientes morales (los demás animales y humanos con razonamiento moral insuficiente para distinguir una situación de violencia implícita).
Por otra parte, al estar libre se puede tener o no bienestar. Alguien puede ser libre y padecer de hambre, frío, enfermedades, estrés por otras razones, ser acosado y dañado por otros sujetos, etc. Es decir, tener libertad puede incidir como un elemento más para percibir un estado de bienestar, pero en sí mismo no implica «sentirse bien», como es lo que se refiere a tener bienestar. No ser libre, como se mencionó en el párrafo anterior, tampoco significa percibir necesariamente bienestar o no percibirlo.
La libertad es una cuestión objetiva, es decir, un hecho, no es cuestión de opiniones, sino de ser libre de acción y pensamiento, de no estar sometido a los intereses de otros. El bienestar es una cuestión subjetiva, aunque haya condiciones para procurarlo, su existencia o el nivel de esta depende fundamentalmente de la percepción del individuo.
¿Cuál es nuestra obligación moral para con los demás animales (y sujetos en general)?, ¿respetar su libertad o procurar bienestar?
Nuestra obligación moral es respetar a los demás sujetos, y esto incluye obviamente a las personas no humanas, respetar su libertad, es decir, no explotar ni esclavizar a nadie; no cosificarles (tratar como cosas). Es cierto por ejemplo, que al adoptar a sujetos que no se pueden valer por sí mismos se les coarta su libertad, aunque existe una justificación para ello, que es precisamente ayudarles a sobrevivir en caso que realmente lo necesiten, pero ello no debe implicar explotación, es decir, no se debe hacer buscando obtener beneficios de ello.
No tenemos obligación de procurar bienestar a nadie, excepto si hemos contraido dicha obligación por ser tutores o habernos comprometido a cuidar de sujetos que lo requieren. Puede ser un acto de buena voluntad hacerlo, una acción loable, pero no es una obligación moral. Sí sería una obligación moral no causar nosotros un detrimento en su salud física y mental, mas no es una obligación cuidarla ni mejorarla, sería una responsabilidad si están a nuestro cargo dichos sujetos por no poder procurarse ellos mismos dichas condiciones, reiterando que esto no nos justifica explotar bajo el pretexto de que se les otorga bienestar. No es una obligación moral tampoco hacer que otros procuren condiciones de bienestar a otros, y menos aún si existe explotación y esclavitud; al contrario, nuestro deber moral sería rechazar esa explotación y esclavitud independientemente de que exista o no bienestar para los sujetos que están siendo explotados.
Hay sujetos no humanos que físicamente están libres, más moralmente son considerados recursos y propiedad. Debemos defender su derecho a ser libres no solamente de forma física, sino a no ser nunca explotados. Un ejemplo de ello es la cacería y la pesca.
En resumen
Considero que alguien puede no percibir bienestar porque no es libre, puede ser que a pesar de no ser libre perciba bienestar, o que siendo libre tenga o no tenga bienestar, pero no es el bienestar lo que hay que respetar ni lo que engloba el respeto, sino que independientemente de cómo se sienta el sujeto, el deber moral de no explotar ni esclavizar recae en los agentes morales, ya que ofrecer bienestar a cambio de beneficiarse no es ético, es cosificación (tratar como cosa a un sujeto), es considerar meros recursos a otros sujetos, es ignorar el valor inherente como personas no humanas de los demás animales. El respeto no recae en hacer sentir bien a los demás, sino en no utilizarlos como simples medios para fines ajenos a su dignidad.
¿Si estuviésemos en la disyuntiva de elegir conseguir la libertad o bienestar para otros? Como mencioné en el ensayo, nuestra obligación es no explotar a los demás animales, es decir, respetar su libertad (no usarlos para beneficio propio). La cuestión no es cuál de las dos podemos garantizar, sino qué es lo justo, y lo justo es pugnar por la emancipación de las personas no humanas, es decir, ser veganos y difundir veganismo, ya que explotación con bienestar, sigue siendo explotación, sigue siendo injusticia.
Deja una respuesta