Nombres de productos aptos para veganos vs no aptos

Esta breve reflexión es debido a que veo una disputa estéril de algunos activistas acerca de pugnar porque productos aptos para veganos se puedan llamar igual que los que no lo son, por ejemplo: leche, queso, mantequilla, chorizo, carne, etc.

De ambas partes se cae en un absurdo, porque cuando se dice por ejemplo «leche vegetal» o «leche de almendras», está claro que se trata de un líquido de origen vegetal, es un perogrullo incluso, salvo que por ahí de manera «sutil» se incluya algo de origen animal como la D3 en cuyo caso sólo sería producto a base de vegetales, pero no apto. Lo mismo decir «hamburguesa vegana» o «hamburguesa vegetal», no veo cómo eso haga que alguien no vegano prefiera consumir hamburguesas vegetales por ese mero hecho, sino por cuestiones de salud o mera curiosidad, pero no dejaría de consumir animales sólo porque lleva el nombre «hamburguesa» en un producto apto para veganos. Igual aplicaría si en lugar de «zapatos aptos para veganos» se llamasen de cualquier otra forma.

Para cuestión práctica, quizás lo mejor sería poner «producto apto para veganos», en lugar de simplemente vegetal, pero esto sería sólo una cuestión igualmente práctica para quienes tengan la duda de si pueden consumirlos o no, aunque sus razones no necesariamente tendrían que ver con el veganismo propiamente.

Además no se trata fundamentalmente de «los resultados», como rezan los bienestaristas, sino de que dicho cambio de hábitos sea consecuencia de un cambio de mentalidad. El cambiar de hábitos primero antes que supuestamente de mentalidad, oculta un egoísmo donde sólo si se encuentra conveniencia se dirá que ya se respeta a las víctimas.

No veo problema en que en lugar de decir «leche» se dijese «jugo de almendras», «jugo de coco» o en lugar de «hamburguesa vegana» o «hamburguesa vegetal» se diga «torta de vegetales» o de cualquier otra forma. Veo legítimo imitar su sabor y textura (excepto si se quiere recordar que provienen de animales, como imitando la sangre o cosas similares), porque eso es a lo que nos acostumbramos, pero no veo sentido a querer a fuerza (se tenga o no razón lingüísticamente) nombrar igual los productos.

Ya en una publicación anterior [1] mencioné sobre el uso del lenguaje y que hay ocasiones en que sí es factor de influencia para la percepción sobre los demás animales, y otras no. Este es otro de esos casos donde dedicar tiempo y esfuerzo a discutir por nimiedades quita la cuestión central de la discusión, que debería ser el respeto por las víctimas, más allá de si le llamamos igual o distinto a los productos que consumimos.

Aliento a que dediquemos esfuerzos en vindicar el valor inherente de las personas no humanas, promoviendo al veganismo como medio de introducción a la igual consideración de la dignidad de las personas.

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