Falacia animalista post hoc ergo propter hoc

En otros ensayos [1] he mencionado que por ejemplo, no hay razón en decir que ser vegetariano o hacerse vegetariano, lleve en sí mismo hacia hacerse vegano. En este ensayo quiero ahondar más en dicha falacia, que se conoce como post hoc ergo propter hoc, y que básicamente se refiere a que si algo sucede o sucedió, necesariamente se debe a un antecedente específico, el cual no está demostrado que tenga una relación de causa y efecto con el resultado.

Tal es el caso de la atribución al vegetarianismo o reducetarianismo en general; al medio ambiente, salud y cualquier otro aspecto, práctica o evento que no lleva por sí mismo a asumir el principio ético del veganismo, el supuestamente haberse hecho vegano.

Tendríamos que partir recordando qué es el veganismo, por qué existe, y para qué existe.

Aunque Donald Watson [2] [3] creó el término veganismo y lo definió en base en prácticas específicas, él mismo ya hablaba de buscar la emancipación de los animales (no humanos). Sin embargo, fue hasta que Leslie J. Cross [4] coordinó los esfuerzos por encontrar una definición más acorde con dicha esencia, que es buscar liberar a los demás animales de la opresión que los animales humanos ejercen sobre ellos; entonces fue cuando se comenzó a hablar del veganismo como un principio ético de rechazo a la explotación animal por parte del humano.

La definición a la que llegaron por consenso fue:

«La palabra veganismo significará la doctrina de que el hombre deberá vivir sin explotar a los animales»

Este es el qué, y llegaron a él (el por qué) mediante el debate propuesto por Cross a lo largo de las secciones que llamó «En busca del veganismo» 1 y 2, dentro de boletines de la Vegan Society. Incluso Watson [2] ya hacía desde un inicio analogías respecto a la lucha por la emancipación de los esclavos humanos, por lo que nos deja ver que su intención era análoga a ello:

¿Puede el tiempo estar maduro para cualquier reforma a menos que sea madurada por la determinación humana?¿Wilberforce esperó la ‘maduración’ del tiempo antes de comenzar su lucha contra la esclavitud?

Recordemos también que Watson poco a poco se fue dando cuenta que el objetivo debería ser la liberación total, aunque sus primeros pasos fueron detectar al consumo de lácteos como algo igual de inmoral que la carne, y él reconocía obviamente en los demás animales a seres sensibles (sintientes).

Leslie J. Cross hace ver que los demás animales son tratados como cosas, siendo que no lo son, a la vez que reconocía que había usos de animales (no humanos) tanto de violencia explícita como implícita:

[…] veamos la opinión de la mayoría, la opinión de que los animales están aquí para nuestro uso, y que tenemos el derecho moral de usarlos para nuestros propios fines, siempre que reduzcamos las dificultades y el sufrimiento al mínimo compatible con lo que requerimos de ellos.

Esta opinión es sostenida por la mayoría de las personas de forma bastante automática. Por ejemplo, los granjeros hablan casualmente sobre «cultivar más tocino», tal como usted o yo podríamos hablar sobre «cultivar más coles».

Una vez más, la opinión mayoritaria es que tenemos el derecho moral de usar animales para el trabajo. Según la opinión de la mayoría, no existe un cuestionamiento fundamental de nuestro derecho a utilizar caballos, bueyes, camellos, etc., y hacer que funcionen según nuestras órdenes y nuestros requisitos.

En la práctica, por supuesto, hay variaciones considerables en la forma en que los hombres usan a los animales. Estas variaciones se extienden desde lo relativamente inofensivo hasta lo francamente cruel.

Cross sugirió una definición previo a la antes mencionada (para qué), que sirvió de base para la misma, dándole una carga ética, refiriéndose al veganismo ya como un principio sobre la emancipación de los demás animales:

[…] el veganismo puede definirse como “el principio de la emancipación de los animales de la explotación por el hombre.»

Además de que el veganismo no se trata de buscar meramente su bienestar, sino de liberarlos de la explotación:

[…] la Sociedad claramente ha salido del lado de los libertadores; lo que buscamos no es tanto el bienestar como la libertad. Nuestro objetivo no es hacer que la relación actual entre el hombre y el animal (que, si se ve honestamente, es principalmente de amo y esclavo) sea más tolerable, sino abolirla […]

Y de que el foco del veganismo es la relación entre los animales humanos y el resto de animales:

No hay evidencia de que el veganismo se preocupara fundamentalmente por otra cosa que no fuera la relación hombre-animal.

Todo esto como preámbulo para adjuntar que, además desde ese entonces hasta estos tiempos, se han ido acumulando evidencias y con ellas argumentos sólidos para decir por ejemplo que los demás animales son personas no humanas, y por tanto son personas de otras especies, entonces no deberíamos emplear criterios distintos moralmente respecto a la lucha por sus derechos, ya que eso sería precisamente seguir y afianzar el prejuicio del no veganismo, y más específicamente, en el especismo.

Ser vegano entonces es reconocer en los demás animales a sujetos con dignidad, y aplicando el principio de igualdad (en el valor inherente), rechazar participar en su explotación.

Si estamos de acuerdo en que el veganismo es el análogo moral a la lucha contra el no reconocimiento del valor inherente de las personas humanas en base a su sexo, «raza», nivel socio económico, capacidades cognitivas o físicas, etc; entonces estaremos reconociendo que debemos difundir su respeto con la misma fuerza que lo hacemos para concienciar sobre estas otras opresiones, que por cierto, no terminan por estar normalizadas, es decir, aún existe mucha gente que está dentro de uno o varios de esos prejuicios, y quizás estemos lejos de eliminarlos significativamente, y no por ello caeríamos en promover algo menos que respeto hacia los sujetos víctimas de dichos prejuicios, ya que lo correcto lo es independientemente de cuanta gente se oponga o asuma un principio ético.

Veamos el caso del medio ambiente: este afecta o beneficia tanto a animales humanos como no humanos, entonces no estaría bien decir que alguien «entró» al rechazo al rechazo al sexismo gracias a su preocupación por el medio ambiente, ya que este afecta a personas humanas de todos los sexos. No nos parece horrible que asesinen y quemen humanos (como se menciona sobre el holocausto en la era nazi) porque esto cause daño al medio ambiente, sino porque es violencia contra personas. Además, existen usos de animales no humanos que no afectan en forma alguna al medio ambiente, como el mascotismo, zooterapias, experimentación, e incluso hay usos que benefician al medio ambiente, como el caso de usar caballos y burros como tracción en lugar de tractores a base de gasolina.

Con el caso de la salud: es intrínsecamente antropocentrista. Si alguien deja de usar animales por su propia salud, como razón, entonces no hay lógica en pensar que si encuentra una forma de usar animales sin que afecte a su salud, lo haría. De hecho es posible seguir consumiendo moderadamente productos de origen animal y mantener una salud cuando menos aceptable. Por otra parte, y similar al caso anterior, hay usos de animales no humanos que no tienen relación alguna con afectar nuestra salud, como su uso para diversión, trabajo, mascotismo, etc. De hecho también, como en el caso del medio ambiente, hay usos de animales que van dirigidos a mejorar nuestra salud, como es el caso de experimentación con animales con diversos objetivos encaminados a la salud, como la creación de vacunas, terapias, animales no humanos usados como asistencia, y varios más.

Es cierto que alguien pudiera darse cuenta que no es justo ser ecologista y no ser vegano, dado que los demás animales son sujetos y por lo tanto merecedores de cohabitar con nosotros los animales humanos, pero así mismo alguien puede dejar de explotar animales luego de haber sido granjero y se haya dado cuenta con la convivencia que los demás animales tienen emociones, intenciones e intereses; antitaurinos pudieran dejar de explotar animales porque en algún momento se dieran cuenta que dichos actos son tan injustos como el resto de usos; así como hay gente que al ver imágenes de violencia explícita deja de explotar animales o por tener mascotas. Sin embargo, eso no significa que debamos promover que la gente sea granjera, antitaurinos solamente o que tenga mascotas (adopción o adquisición de animales no humanos con fines antropocéntricos) ni ninguna de las cosas anteriormente mencionadas alegando que eso los llevará hacia el veganismo.

Recapitulando los párrafos iniciales: no se es vegano por pensar meramente en el bienestar animal ni sólo por dejar de explotar animales, sino que fundamentalmente es un principio ético, y dicho principio (como todos) es una cuestión de mentalidad, de cambio de paradigma, para luego verse reflejado en los hábitos de cada cual, no al revés; es decir, no son los hábitos los que nos hacen cambiar de mentalidad, sino la mentalidad la que nos hace cambiar de hábitos con un compromiso en dicho principio. En la cuestión del medio ambiente, no es el medio ambiente en sí mismo el factor que haría que alguien considere sujetos con dignidad a los demás animales, como no lo es ni la antitauromaquia, ser granjero ni tener mascotas. Si así fuese, que intrínsecamente fuese un factor para hacer ver una injusticia como el no ser vegano; todos los ecologistas, antitaurinos, granjeros, gente muy preocupada por su salud y mascotistas serían inevitablemente veganos, pero lo más común es que no sea así, y ni siquiera es incongruente que no lo sean, porque hay aspectos de la explotación animal que o no están intrísecamente relacionados o incluso serían compatibles con sus intereses en dichas áreas.

Se podría ser vegano y ser ecologista y tener preocupación por la salud propia, en esos casos no es incompatible pero tampoco es mutuamente incluyente (podría ser ecologista y explotar de ciertas formas animales no humanos, lo mismo para la salud); y en el resto de casos donde hay explotación animal, sólo llevarían a afianzar el bienestarismo por sí mismos si hay algún tipo de preocupación por los demás animales, pero bienestarismo es lo opuesto a veganismo, por lo que no llevaría hacia dicho principio, sino que se crearía una falsa sensación de estar ayudando a los demás animales, meramente o principalmente rechazando el sufrimiento y no la explotación animal en sí misma.

Si alguien realmente se hace vegano luego de haber sido vegetariano, antitaurino, por investigar sobre el medio ambiente o cualquier otra cuestión; no es porque estos sean factores que intrínsecamente impliquen al principio ético del veganismo, sino que sería porque la persona humana, como en cualquier otro caso, se dio cuenta de que los demás animales son sujetos con intereses, emociones e intenciones y que debe respetarlos así esto fuese en detrimento de la ecología, su salud, compañía, diversión, actividad económica y cualquier otra cuestión que no tengan que ver directamente con respetarles como personas a los demás animales.

Al veganismo sólo se llega a través del veganismo, que es el reconocimiento del valor inherente de los demás animales y asumir el compromiso de respetar dicho valor inherente, poniéndolo en práctica rechazando participar en aquella explotación que ya hoy mismo podemos evitar participar, y difundiendo esto mismo a otros. Todo lo demás que suceda alrededor que no sea información y evidencias respecto a este valor inherente al que se hace mención, serán meras cuestiones casuales, no cuestiones ni de base ni causales respecto a hacerse vegano.

Referencias:

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