El caso que con más vehemencia reiteran algunos animalistas: la tauromaquia.
¿Qué es el arte [1]? Proviene de la raíz etimológica latina ars y artis, así como del griego téchnē. Se refiere a una habilidad adquirida, una destreza. Por otra parte, desde la RAE [2] entre sus definiciones se postula como: «Capacidad o habilidad de hacer algo», «Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer algo».
Y por ejemplo, ¿la tauromaquia qué es? Un conjunto de reglas necesarias para realizar algo, en este caso, torear, y dichos actos requieren de desarrollar la habilidad para hacerlo. Entonces la tauromaquia sí es arte.
¿Qué es la cultura [3]? Del latin cultūra y cultus. Se refiere al conocimiento reunido. Se refiere a cultivar algo (no necesariamente alimentos, sino que se puede cultivar conocimiento y cualquier idea). Desde la RAE [4] se recopila que se refiere a cultivo, a un «Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social».
La tauromaquia es una costumbre, una tradición, y contiene conocimientos que se cultivan de una generación a otra. Entonces la tauromaquia sí podría argumentarse que es arte y es cultura.
Cocinar platillos con sustancias de origen animal puede ser un arte y parte de la cultura; hacer abrigos, zapatos, muebles y otras cosas a base de piel, cuero o cualquier otra parte de animales no humanos también es un arte y han formado parte de la cultura de gran parte del mundo. Y así se puede seguir con una gran cantidad de usos de animales no humanos que pudieran implicar considerarse arte de alguna forma y parte de las costumbres. La explotación animal es una tradición hasta nuestros días (al menos hasta la época en que fue escrito este ensayo).
Hay otra variante que se dice para rechazar a la tauromaquia y a muchas otras formas de uso de animales no humanos por parte de los humanos: «La tortura no es arte ni cultura«. Eso también es falso y es impreciso. Es falso porque en la edad media la tortura fue parte de la cultura y había gente encargada específicamente de diseñar las más crueles formas de torturar, y no por ello diríamos que eso estaba mal porque «no era arte ni cultura» o sólo porque fuese cruel, sino que era un acto de dominación sin justificación ética alguna. En impreciso, la tauromaquia y las formas más comunes de explotación animal, no implican tortura, ya que ésta se refiere a causar sufrimiento para obtener beneficio del sufrimiento en sí. Salvo los casos donde al causar sufrimiento y con ello se obtenga un beneficio del sujeto, la explotación animal no califica como tortura.
Todos los usos de animales no humanos son inmorales.
La explotación animal no es incorrecta porque sea o no sea arte o cultura, así como mutilarle los genitales a las personas (humanas y no humanas) por cuestión de que sea costumbre y haya gente adiestrada en eso, no es inmoral porque no sea arte o cultura, sino porque:
- son personas, y merecen respeto, y el respeto implica no dañar sus intereses fundamentales (vivir en libertad sin ser explotados por los animales humanos);
- al ser personas, nos referimos a que tienen un valor inherente, es decir, valoran sus experiencias dado que cuentan con sintiencia y asociado a ello; conciencia, que es la capacidad de tener una visión de sí mismos y de lo que les sucede;
- vulnera el principio de igual consideración del valor inherente. Esto es que, si está mal explotar personas, está mal hacerlo a cualquiera, independientemente de su sexo, raza o especie.
Además ese tipo de campañas y sus mensajes asociados reafirman que la gente se oponga a lo que siempre se ha opuesto, es decir, meramente al sufrimiento, las rechazan porque no entran dentro de sus gustos personales y otros criterios arbitrarios relacionados con quienes aún explotan animales y no dice nada realmente acerca de rechazar explotar a las personas no humanas en beneficio de las personas humanas.
¿Que pasaría si surge un uso de animales que no encaje de forma alguna con el arte ni sea aún parte de la cultura?¿Estaría mal porque no es arte ni cultura? Por supuesto que no. La cuestión fundamental es que es explotación animal.
Además estas campañas no hacen conexión alguna entre esos usos específicos y otros que bajo el concepto del sufrimiento o crueldad, no podrían ser detectados, como los de violencia implícita (zooterapias, gallinas como mascotas para obtener sus huevos, perros de asistencia o lazarillos, etc), reafirmando que si no se aprecia sufrimiento evidente o este es reducido «no está tan mal», «no es prioridad» o «viven otras realidades», como si ser esclavo no importase en sí mismo, y eso no dijera nada sobre cómo se percibe a los animales no humanos en la sociedad.
Estos actos en el más ambicioso de los casos, harían que se rechacen aquellos usos que impliquen lo que la gente denomina «maltrato«, pero no aquellos que no es evidente sufrimiento alguno o no se rechazan con la misma fuerza. Hay ocasiones que ni eso, no es poco común que gente que va a protestar por las corridas de toros, participe directamente en la explotación animal en otras muchas formas, incluso en aquellas que implican muerte, entonces estas campañas en sí mismas no llevan a nada que tenga que ver con el veganismo.
Es curiosa la mentalidad no vegana dentro del animalismo. En unos casos pide «revelar la verdad oculta», según esto por eso la gente no se hace vegana y supuestamente al ver dicha «verdad» suscriben y asumen el veganismo; y por otra, donde el sufrimiento es evidente, dicen que ya se prohiban esos espectáculos crueles. No sé si pensarán que al ellos mostrar imágenes violentas está bien o tienen indulgencia porque creen que «el fin justifica los medios». No es así. Si el objetivo es ético, como lo es el veganismo, entonces no se justifica utilizar medios no éticos para dicho fin. Es una contradicción y cometer injusticias en el camino, siendo que además no llevan a ese supuesto fin. Apoyarse en la humillación hacia los demás animales es inmoral en sí mismo (leer el ensayo: Tres problemas con usar imágenes de violencia explícita en el activismo animalista).
También se suele decir que se lucha por la «abolición» de prácticas como estas, cuando en la realidad lo que se hace es simplemente cambiar de formas de explotar a esos animales no humanos, los cuales siguen siendo considerados propiedades moralmente (y legalmente por supuesto, pero la cuestión importante es lo moral), y así durasen otros 200 años más yendo por prohibiciones sin ir a la raíz de la mentalidad no vegana, morirían sin ver siquiera cerca una sociedad en gran parte concienciada en el veganismo, y por ende, con tanta explotación animal como la que sucede hoy en día.
Además reitero la hipocresía de pedir «la abolición» de las prácticas que a cada cual le parezcan más crueles, es decir, aquellas que más les incomode a ellos mismos (a los animalistas no veganos), y sin tomar en cuenta ningún criterio ético como los mencionados en el listado anterior como el valor inherente y el principio de igual consideración de dicho valor inherente, por lo que en realidad termina siendo una cuestión antropocentrista, donde se busca encontrar una autosatisfacción ilusoria, es decir, una falsa sensación de éxito, una fantasía donde se autoconvencen de que esos animales no humanos ya son respetados e incluso llegan a creer que eso llevará hacia abolir la explotación animal en algún momento de la historia. No hay evidencia ni histórica ni lógica sobre ello, ni sustento ético.
Si a algún animalista le indignó el título de este ensayo, debería indignarle que se piense que se puede ser defensor de los animales y al mismo tiempo ignorar o minimizar que se utilice a animales como meros medios para lo que los animales humanos decidan endosarles «siempre que no se les vea sufrir». Debería causarles igual indignación que un perro (o cualquier otro animal no humano) sea vestido de formas «graciosas» para divertir a terceros. Debería indignarles que se apoye que se siga creyendo que bienestar es lo único que merecen los demás animales y no el cese inmediato de su uso por cada persona que diga que realmente le importa la justicia hacia los demás animales. Deberían ser autocríticos, informarse sobre veganismo y Derechos Animales, reflexionar, hacerse veganos y difundir esto a los demás.
Referencias:
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