Razonamiento moral

En la defensa de los derechos de los demás animales solemos apelar a las categorizaciones relacionadas a quienes tenemos obligaciones y derechos morales; y por otro lado, a quienes sólo tienen derechos morales. Los primeros mencionados somos los agentes morales, que se refiere a que tenemos un razonamiento o capacidad moral que nos permite distinguir plenamente lo correcto de lo incorrecto en base a razonamiento lógico; los segundos son quienes no poseen dicho razonamiento o capacidad y tan sólo reciben el beneficio de sus derechos morales (pacientes morales). La cuestión sería: ¿Es la capacidad o razonamiento moral algo absoluto o gradual?

Si como ya se mencionó en un ensayo anterior [1], los demás animales son capaces de tener empatía, ser altruistas más allá de su propia especie, podríamos explorar deduciendo si son en efecto sujetos morales o más bien proto-morales [3]. Difícilmente se podría dar una respuesta rotunda sobre qué grado de razonamiento moral pueden tener, dado que es una cuestión subjetiva sus reales motivaciones, y sólo podemos deducir en base a evidencia empírica dichos comportamientos.

Se han realizado diversos experimentos observando que por ejemplo perros, monos, cuervos y pulpos, por mencionar algunos, donde demuestran empatía. Claro, la empatía no indica en sí misma que se entienda la ética en su conjunto, ya que puede ser mayormente la parte emocional de dicha empatía lo que guíe al sujeto paciente moral, pero es el impulso para ello.

Mark Rowlands [2] explica que los demás animales son sujetos morales, basándose en que sus motivaciones o impulsos tienen carga moral, es decir, tienen sentimientos que al menos en ocasiones se corresponden con acciones morales correspondientes a dicho sentimiento, como puede ser la empatía.

Yo estoy parcialmente de acuerdo con esto. Sí creo que los demás animales tienen sentimientos morales como menciona Mark Rowlands, y que esto sería diferente a ser agente moral; pero lo que describe Rowlands me parece es más en relación a un acto sensitivo, y no un acto moral que implica ser deductivo. Un paciente moral puede actuar mediante un sentimiento de empatía ayudar a otros, pero no deduce lógicamente que eso corresponde, al menos no en un grado suficiente para hacerlo responsable de sus actos. Lo mismo para el caso de cuando es reprendido por una mala acción o sufre por consecuencia de una mala acción, siente que algo hizo mal, pero no lo ha deducido, sino sólo llega a esa conclusión por consecuencias negativas hacia él mismo. Difiero en que esas acciones sean morales tal cual, sino proto-morales [3], como mencioné anteriormente. Si no se les puede reconvenir ni aplaudir dado su falta de agencia moral, no hay moralidad realmente ahí, sino que sus sentimientos se relacionan con la moral o ética, pero no son actos ni éticos ni anti éticos en sí, porque para ello se requiere razonamiento moral a nivel de agencia moral.

Respecto a que sean sujetos proto-morales, Marta Tafalla [3] argumenta que los sentimientos como la empatía (por mencionar alguno), están relacionados a la ética, pero no se puede decir que es la ética propiamente, es decir, alguien que se mueve meramente por la empatía y no por un razonamiento moral a nivel de agencia moral, no está actuando en base a la ética, sino por un impulso relacionado a la misma; nada más.

A los pacientes morales (caso de los demás animales) se les suele manipular emocionalmente y con ello pueden no poner oposición a actos que incluso van en detrimento de su dignidad o en dañar a otros, ya que su capacidad moral es insuficiente o no la tienen como los agentes morales, ya que sus actos se basan más en emociones.

La capacidad moral es una cuestión gradual, la cual los demás animales (y pacientes morales en general) no poseen en un grado suficiente al menos sino son actos basados más en sentimientos, y sólo hasta que comienzan a ser lo suficientemente deductivos dichos actos, en el caso de los sujetos que pueden llegar a ser agentes morales (hasta ahora humanos adultos en plenitud de facultades mentales a saber) van incrementando su capacidad o razonamiento moral hasta ser agentes morales, es decir, ser sujetos a quienes se les pueden exigir obligaciones morales.

Existen varias teorías (unos más cuestionadas que otras, por considerar que no toman en cuenta variables importantes o tienen sesgos, eso sí) que pretenden dar una idea de cómo va progresando o desarrollándose la moralidad, por ejemplo:

  • etapas del desarrollo de la moral de Kohlberg [4] que vislumbra tres niveles pasando desde el egoísmo, la repercusión de las acciones en los demás, hasta basarse en principios éticos;
  • en contraparte a la teoría de Kohlberg, Carol Gillingan [5] desarrolló la suya enfocado en el desarrollo de la moralidad en mujeres, donde tiene igualmente tres niveles o etapas, las cuales son similares a las presentadas por Kohlberg, sólo que el enfoque es en una ética del cuidado, a diferencia de Kohlberg que se enfoca en una ética de la justicia. Este enfoque también tiene criticas, ya que paradójicamente, termina avalando diferencias en los niveles de moralidad en base al sexo. Lawrence Walker cuestionó esto, mencionando que no existe evidencia contundente de que el sexo sea un factor clave en las etapas de desarrollo moral.

Más allá de los detalles, dado que el el estudio de Gilligan se basó en el de Kohlberg, sólo cambiándo el enfoque moral, se puede deducir que algunos sujetos alcanzan la agencia moral entre el final de la adolescencia y la edad adulta, y depende en gran medida de su grado de madurez intelectual y de las interacciones sociales, hasta llegar a un grado de razonamiento independiente en que se base en principios éticos que considere universales sin importar las convenciones sociales como las leyes.

En distintos países se designa legalmente diversas edades para ciertos derechos, aunque en promedio es a los 18 años de edad que se considera a alguien como adulto en plenitud de tener obligaciones. Como se acaba de mencionar, no es un momento exacto homogéneo para todas las personas, sino que depende de varios factores como los ya comentados.

Otro punto es el control de dichos impulsos, como también menciona Rowlands, que por ello no se puede juzgar los actos de los sujetos pacientes morales como éticos o no éticos (podrían ser agresivos, solidarios o cariñosos simplemente), ya que no son capaces de controlarlos. Están los casos «marginales» como los bebés, ancianos seniles, humanos con deterioro cognitivo (intelectual) y los demás animales; que no son capaces de controlar sus actos en base a tener un suficiente razonamiento moral.

Hay sujetos que no tienen sentimientos en favor de los demás relacionados a la moral, pero sí son capaces de comprender la moral. Los psicópatas son capaces de entender la parte racional de la empatía, mas no de sentir la parte emocional de la empatía. No son guiados por impulsos positivos relacionados a la moral, pero son capaces de razonar en relación a la moral y entenderla. Otra cosa es que dado que no sienten el impulso moral (la empatía, por ejemplo) para ser coherentes con su entendimiento de la moral, hay discrepancias sobre si pueden llegar a actuar de acuerdo a su razonamiento moral o sólo por beneficio propio. Espero en otro ensayo referirme a esto.

En resumen, creo similar a Rowlands, que tanto pacientes morales como agentes morales tenemos cuestiones relacionadas a la moralidad, pero en el caso de los pacientes morales, son proto-morales, no morales en sí. Rowlands se refiere a que las razones de las acciones morales de los pacientes morales son externas al sujeto, es decir, las sabemos los agentes morales por deducción y entendemos que son actos relacionados a lo bueno y lo malo, pero estos (los pacientes morales) sienten principalmente el impulso al menos en ciertas circunstancias donde dicho acto puede considerarse relacionado a la moral (sentimientos que se pueden relacionar con la moral, más bien), mas no se sigue de ello que ni pueda ser aplaudido ni reprendido. Creo que su acto no fue parte tanto de una deducción como de un sentimiento, entonces habría dos tipos de actos: sensitivos (sentimientos que tienen cierta relación con la moral) y deductivos (morales propiamente dichos). Tienen intuiciones sobre acciones buenas y malas en ciertas circunstancias, y dado que una intuición no requiere razonamiento abstracto y no implica saber el por qué de dicha creencia o determinación, no son ni imputables ni plausibles dicha accciones.

En el caso de quienes pueden llegar a convertirse en agentes morales, el razonamiento o capacidad moral es gradual desde que son pacientes morales hasta el punto de poder tener obligaciones morales.

Referencias:

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