La «excusa razonable»

Imagen vía veganstreet.com

Gary L. Francione y algunos de quienes adcriben a toda o parte de su teoría, difunden un concepto relacionado a ciertas excepciones que mitigan la responsabilidad moral de los agentes morales (sujetos con razonamiento moral suficiente para hacerse responsables de sus actos) ante el acto de explotar a otros seres sintientes, porque se ven forzados por alguien o por circunstancias y está en peligro su propia vida de no explotar a otro sujeto o sujetos. Es el caso denominado «de isla desierta».

Ya en el ensayo donde señalo algunos de los errores de Gary L. Francione menciono el ejemplo en que se basa para argumentar que hay ciertas situaciones donde si bien, acepta que no es moralmente justificable, sí considera que se reduce la responsabilidad moral de quien usa a otros sujeto como mero medio para sus fines, por el hecho de verse orillado a ello si pretende salvaguardar su propia vida. Francione pone este ejemplo:

“Naufrago en el mar. Estoy muriendo de hambre. Mi compañero en el bote salvavidas es un conejo. ¿Estoy moralmente justificado al matar y comerme el conejo? No. El conejo tiene un interés moralmente significativo en seguir viviendo y no tengo derecho a ignorar ese interés porque me beneficiaría hacerlo. Pero si no tuviera otra opción que morirme de hambre, matar y comer al conejo puede ser excusable. Al matar y comer al conejo he actuado de una manera moralmente incorrecta pero mi culpabilidad se ve mitigada por la compulsión de la situación.”

[1]

Esto es similar al caso que plantea Tobias Leenaert donde pregunta qué tendría de malo comer algo de origen animal que uno se haya encontrado en la basura y que nadie nos haya visto, entonces no ve problema moral ya que no hay demanda ni se está promoviendo que otros lo hagan. En esencia no hay diferencia si en ambos casos es necesario consumir esas sustancias para sobrevivir bajo un contexto donde no haya más que comer. Es consecuencialismo puro y duro.

En el ensayo «Si usas esto, seguro estás a favor de la esclavitud y daño a humanos» me avoqué a explicar sobre la participación indirecta en cuestiones de explotación de sujetos sintientes. En este quiero enfocarme en por qué participar directamente en la explotación animal nunca es justificable moralmente (en eso no hay discusión) y no veo sentido en introducir el término «excusa razonable» o ni para qué hablar de mitigar responsabilidad moral sobre los actos.

Participación indirecta: es aquella que no realizamos con nuestras propias manos, no avalamos ni promovemos con el consumo de productos o servicios que se hagan así, es decir, no implica demandar que se usen animales porque dichos productos o servicios no implican en sí mismos consumir ni usar animales no humanos ni buscamos obtener beneficio de los animales no humanos. Por ejemplo, los productos probados en animales no-humanos, las trazas (residuos de sustancias de origen animal que accidentalmente pueden estar presentes en un producto), comprar vegetales que para cosecharlos los productores usaron animales no-humanos. Ninguno de estos usos estamos apoyando la explotación animal, por ejemplo al comprar vegetales, ya que sembrar y cosechar vegetales no implica inevitablemente explotar animales. La responsabilidad moral recae en quienes han decidido emplear esos métodos para un producto que en sí puede ser recolectado sin uso animal, mas no en los consumidores. Así lo expliqué en el caso de por ejemplo el uso de aparatos electrónicos, que comúnmente detrás de ellos hay esclavitud humana, pero nosotros no demandamos que dicha esclavitud se realice al consumir aparatos electrónicos, mas indirectamente estamos participando sin quererlo en dicha esclavitud debido a que en el proceso lo que se paga por los productos va destinado en parte a mantener dicha esclavitud, pero no es nuestra voluntad o deseo que así se haga ni avalamos ni promovemos eso.

En esta no hay una responsabilidad individual sobre los actos.

Participación directa: nosotros somos quienes usamos productos o servicios donde implica beneficiarnos o buscar beneficiarnos de animales no humanos. Igualmente promover o avalar su uso. Por ejemplo, comer animales y consumir sustancias de origen animal (por ejemplo como sustancias que nos curen de alguna enfermedad), usarlos como compañía, para trabajo, entretenimiento, vestimenta, experimentar con ellos, cazarlos, para terapias, asistencia, como parte de instrumentos o aparatos, en muebles, decoración, etc. Hay una responsabilidad individual sobre los actos.

En la participación directa está en nuestras manos participar en ella, nosotros buscamos beneficiarnos de dichos usos, pero independientemente de las consecuencias de rechazarla, si aún así decidimos hacerlo; es participación directa. En el caso que plantea Francione, es participación directa asesinar y comer al conejo, por más que se apele a las circunstancias como un factor que nos obliga a explotar a otro. No está actuando uno bajo un trance o algún control mental como para no tener control sobre nuestros actos y responder por ellos. No se deja de ser momentáneamente agente moral sólo porque alguien o algo nos presiona a actuar en contra del valor moral de otros sujetos. Por lo tanto, participar directamente en la explotación animal, conlleva responsabilidad moral. No así en el caso de la participación indirecta, ya que la responsabilidad recae en quienes en contra de nuestra voluntad y no estándo intrínsecamente ligado a nuestros actos, deciden explotar animales.

Ninguna circunstancia que no afecte a nuestro intelecto o conocimiento de los hechos, evade la responsabilidad moral de alguien que participa de manera directa en la explotación animal ni mucho menos la justifica (sólo menguaría el juicio moral), porque el derecho a no ser explotado/propiedad/mero recurso es absoluto, así que aunque alguien nos estuviera apuntando con una pistola o a un ser querido, amenazándonos con que si no explotamos a alguien, nos matará o a otro sujeto, sigue siendo nuestra responsabilidad lo que hagamos con nuestras propias manos, porque seguimos siendo agentes morales y debemos buscar controlar nuestros impulsos mediante la razón. Se podría alegar que no tiene libertad ni autonomía si alguien está ejerciendo coerción sobre el sujeto para que explote a otro, o las «circunstancias» lo «obligan» a ello, pero sí que tiene elección: explotar a otro sujeto o respetarlo y asumir las consecuencias, así estas sean negativas para sí mismo. Puede alegarse que decidió actuar en contra de su propia voluntad y principios,y que mitiga su responsabilidad (si es agente moral), pero es el sujeto mismo y no otro quien realizó el acto, y lo hizo estando consciente de ello. No hay nada razonable en superponer el valor moral propio al de los demás, puesto que se estaría negando el valor moral del sujeto o los sujetos explotados en beneficio del explotador. Sería utilitarismo (un tipo de consecuencialismo). El fin no justifica los medios.

Un ejemplo claro es que si decimos que las circunstancias «obligan» a uno a cometer actos inmorales, entonces quienes necesiten urgentemente dinero, y no tengan tiempo para conseguirlo éticamente, se diría que su responsabilidad está mitigada por robar e incluso asesinar a personas, ya que las circunstancias los «obligaron», pero no tendría nada de razonable; sería un pretexto entendible pero no razonable en términos de la lógica. Pienso lo importante es que el sujeto esté consciente del acto, y que éste participe directamente en la ejecución del mismo para adjudicarle responsabilidad moral.

Además, no le veo sentido utilizar dicho concepto de «excusa razonable», ¿qué se quiere decir con eso? Aunque sus promotores aceptan que no son actos moralmente justificables, pero sí moralmente excusables, o que mitiga la responsabilidad; no veo a dónde quieren llegar con esto o qué se pretende realmente, más allá de meramente tratar de hacer sentir menos culpables a quienes deciden explotar a otros porque «no tuvieron elección», pero eso a las víctimas no les repara en nada el daño. Es promover injusticia con indulgencia.

No tiene sentido alguno hablar de ser más responsables o menos responsables moralmente por los actos que uno mismo lleva a cabo conscientemente o de beneficiarse de explotar animales al usar sustancias o elementos de origen animal o a los animales no humanos mismos.

No cae dentro de lo que se denomina defensa propia, porque no es que el otro sujeto nos esté atacando o represente un peligro inminente para nuestra salud y vida, sino que es uno quien se convierte en una amenaza para dicho sujeto a ser explotado, además si fuese una amenaza, lo que procedería es solamente defendernos, no explotarlo, son dos actos distintos moralmente. Defenderse no implica convertir al otro en mero medio para nuestros fines, porque no estamos atentando contra ningún derecho absoluto. El convertir a otro en mero medio no es un derecho siquiera, es un acto inmoral, ante el cual lo que procede es defenderse mediante el uso de la fuerza o acto proporcional al ataque que puede uno estar sufriendo, es decir, es evitar que nos conviertan en un mero medio para los fines de otro, exactamente el caso contrario a lo que plantea «la excusa razonable», la cual sólo se sustenta en la necesidad de sobrevivir, siendo que otros sujetos no tienen por qué servirnos a nuestras necesidades. El interés de uno en sobrevivir no puede estar protegido mediante usar a otro como medio, por lo que no se está atentando contra su interés en vivir realmente, sino contra su interés y acto de convertir a otro en mero recurso a su disposición. Reitero, el fin no justifica los medios. No es obligación de nadie satisfacer los intereses de otros, sino respetar el derecho a no ser propiedad/mero recurso, y este prevalece sobre cualquier otro interés, por estar vinculado al valor inherente que se tiene por ser sujetos.

Si lo que quieren es no hacer ver al veganismo como «impracticable», deben de ser honestos y al menos decir que si por «X» circunstancia llegan a participar directamente en la explotación animal, pueden recomponer y evitar a toda cosa volver a usar animales y deben promover alternativas éticas; mas no ese autoengaño de la «excusa razonable» o de mentir respecto a que se es menos responsable porque se sienta alguien presionado a utilizar animales no humanos para su beneficio o deseos. Se puede decir que actuaron incoherentemente con el veganismo, pero eso no significa que ya nunca más puedan volver a ser veganos.

Quizás algunos piensen que por ejemplo si por vernos obligados por las circunstancias y por vivir en un mundo predominantemente novegano, podríamos incluso poner en riesgo nuestra salud y vida y así ya no habría más veganos que continuasen en la lucha por la abolición de la mentalidad novegana de cada individuo que así lo asuma, entonces debemos aceptar participar directamente en la explotación animal con tal de lograr dicha finalidad. Esto es contradictorio y utilitarista. Es contradictorio porque si evitamos explotar animales porque reconocemos su valor inherente como personas, entonces no podemos vindicar el respeto a ellos participando en la explotación animal de forma directa. Es utilitarista porque se antepone el que existan más «veganos» activando, a la cuestión del respeto por sujetos que tuvieron la «mala fortuna» de ser instrumentalizados bajo la «excusa razonable».

Un deber moral en términos absolutos es algo que debemos hacer sí o sí, no algo opcional o con excepciones. Si estamos de acuerdo en que ser veganos es un deber moral, entonces no caben ese tipo de «excusas razonables» para no serlo.

Tanto los productos y servicios que implican participación indirecta como directa no pueden calificarse de veganos, pero la diferencia es que en los primeros no está en nuestras manos siempre evitarla; el los segundos sí. Si participamos en la indirecta, no vamos contra el principio ético del veganismo porque escapa de nuestras manos lo que otros decidan hacer ya sea con nuestro dinero o simplemente acciones ajenas a nuestra voluntad y que no guardan relación intrínseca o inseparable con el producto o servicio utilizado. En la participación indirecta sí se podría hablar de una excusa razonable, ya que no somos nosotros quienes explotamos animales ni avalamos ni promovemos que otros lo hagan, mas para desincentivar dicha actividad por parte de terceros, podríamos evitar incluso dicha participación si hay alternativa donde incluso se evite la participación indirecta.

Si decimos ser veganos independientemente de las consecuencias, entonces debemos rechazar participar directamente en la explotación animal, y educar en el veganismo para incluso evitar a futuro la participación indirecta. Cualquier otra cosa es convertir dicha frase («ser veganos independientemente de las consecuencias») en mera hipocresía.

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