Justicia, igualdad y equidad

En cuestión de causas como el veganismo y análogas, solemos utilizar términos que no siempre se utilizan con su significado etimológico, y no siempre se analiza su epistemología e implicaciones.

Decimos que el veganismo es por justicia hacia los demás animales, y partimos del principio de igualdad para poner al mismo nivel los intereses y valor inherente de todos los animales sintientes, pero tenemos que tener claro a qué nos referimos con cada uno de estos conceptos, para entender su alcance e implicaciones éticas y llevarlas a la práctica.

Justicia [1] proviene del latín iustitia y se refiere al acto de ser «apegado a derecho» debido a que el término surgió en referencia a un juzgado o juicio hacia alguien. Justicia se refiere a actuar de igual manera dándole a cada cual lo que le corresponde, es decir, a actuar con igualdad y equidad. La equidad es precisamente dar a cada cual lo justo, de acuerdo a sus particularidades.

La igualdad, se diferencia de la equidad en que es homogénea, es decir, no toma en cuenta las diferencias no relevantes entre los sujetos. Diferencias no relevantes pueden ser el sexo, color de piel, etnia, nacionalidad, preferencias sexuales, especie, etc.

Entonces la justicia se refiere a que tomando en cuenta las diferencias relevantes (equidad) y omitiendo las irrelevantes moralmente (igualdad), demos a cada cual y nos relacionemos con cada cual de manera que no se de a nadie lo que no le corresponde ni se le prive de lo que le corresponde legítimamente.

Por ejemplo el principio de igualdad se refiere a considerar que todos los seres sintientes tienen el mismo valor inherente, siendo que sus intereses sean iguales o similares, por lo que merecen el mismo respeto. Se sabe que cada individuo puede ser diferente en muchas maneras, por ejemplo los animales humanos podemos tener algunos intereses distintos a los de los demás animales, pero se omite la cuestión de la especie porque no es relevante para la cuestión del valor inherente y los intereses implicados en ser sintiente.

Algunos humanos podemos tener interés en hacer política (no necesariamente estatista); educarnos y trabajar en artes, oficios y profesiones, etc; a diferencia de los demás animales cuyos intereses pueden variar según su especie, pero los intereses fundamentales o básicos (Derechos Animales) son los mismos en esencia entre todos los seres sintientes: vivir, libertad, bienestar, integridad física, hábitat, propiedad legítima.

La cuestión del respeto ya lo he tratado en otro ensayo, pero está íntimamente relacionado con la justicia. Relacionarnos de manera justa con las demás personas (humanas y no humanas) implica respetarlos, es decir, no vulnerar su dignidad o valor inherente, dado que de no hacerlo, estaríamos cayendo en injusticia y por tanto irrespetándoles, quitándoles lo que legítimamente les corresponde, que es precisamente respeto. Para ser coherentes con esta afirmación del respeto hacia por ejemplo los demás animales, debemos ser veganos, ya que se parte de respetar el derecho fundamental y absoluto de todo ser sintiente que es el de no ser considerado propiedad o mero recurso.

El especismo antropocéntrico y no veganismo en general, implican injusticia por las razones anteriormente citadas, en relación a que no se les respete su valor inherente por igual a todos los seres sintientes.

Referencias:

4 respuestas a “Justicia, igualdad y equidad”

  1. […] donde sí es requerido poder entender nociones como actuar siempre bajo el principio de igualdad, justicia y los derechos […]

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  2. […] Siendo veganos estamos siendo congruentes con la noción del respeto por los demás animales, al no vulnerar el derecho de estos a no ser reducidos a cosas por la manera en que se les visualiza y usa. Es cierto que podemos mostrar otras formas adicionales de respeto, como el de ver por su bienestar, vida y hábitats; mas el respeto por estos carece de sentido si se les sigue utilizando para nuestros fines. Además que el respeto por el bienestar, vida y hábitats no es absoluto, es decir, podría haber alguna justificación moral para vulnerarlos, como es la defensa propia; sin embargo, como se comentó anteriormente, no existe justificación moral alguna para esclavizar ni explotar a personas (humanas y no humanas). De hecho no tenemos el deber moral de proporcionar bienestar ni de velar por la vida ni los hábitats de quien no está bajo nuestra tutela o debido a un daño que no hayamos causado nosotros, sino un deber prima facie (a primera instancia o por defecto) de no vulnerarlos; nada más. Por ello se dice que el veganismo es el mínimo respeto que le debemos a los demás animales, porque es el respeto de partida para que tenga sentido hablar de un respeto de velar por el resto de sus intereses. Hay niveles de consideración moral, y para comenzar a hablar de respeto se tiene que considerar al sujeto como tal, como un ser que existe para los propósitos que dicho ser decida para sí mismo, en congruencia con el hecho de ser una persona. Es una cuestión elemental de justicia. […]

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  3. […] ninguna circunstancia. Para el caso de los demás animales; partir de ser veganos, para primero ser justos y luego […]

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  4. […] correcta o no (aunque la compasión y la simpatía están más asociadas a la caridad que a la justicia, respeto e igualdad moral), pero finalmente, lo que determina si actuamos apegados a una verdad […]

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